¿Es posible usar fuentes de energía alternativas, no sólo para preservar el planeta, sino para ahorrar dinero en nuestros hogares? Depende. ¿Por qué? Porque no todas las casas son iguales, ni reciben las mismas horas de sol, ni tienen el mismo aislamiento.
Antes de decidirte a hacer una instalación, tendrás que estudiar con qué materiales ha sido construido tu edificio y qué patrones de consumo sigue tu familia. Otro asunto a tener en cuenta son las ayudas públicas para financiar calderas, paneles o aerogeneradores.
Las fuentes de energía más frecuentes en hogares, hoy por hoy, son estas: